V CONVENCIÓN NACIONAL DE
ALCOHOLICOS ANONIMOS
“UNIDAD
EXPESIÓN DE AMOR Y GRATITUD”
01, 02, y 03 DE MARZO 2013
Teléfonos:
044-291302 - 044-798864 OSG: 01-2651847
Trujillo-Perú
Como símbolo de amor, unidad y gratitud; debemos recordar el histórico encuentro de nuestros cofundadores en la mansión Sieberling, Akron, en mayo de 1935. Según el testimonio de Bill W. cuando estaba en Akron, Ohio, en el hotel Mayflower el sábado 11 de mayo de 1935: “El negocio fracaso, Bill W. se encontraba solo, con 10 dólares en el bolsillo. Empezó a surgir la lastima de si mismo y el resentimiento, preguntándose ¿Qué debía hacer?”. Paseaba nerviosamente de un lado a otro del vestíbulo del hotel, su vaivén de autómata lo conducía al bar y Bill W. se sentía atraído por él; “voy a tomar un ginger ale”, de repente recordó las innumerables veces que había entrado a un bar y del estado espantoso como había salido. Bill W. tuvo la sensación de estar en dificultades, vulnerable a la tentación insidiosa de esa primera copa, y se llenó de pánico. Concentró su pensamiento en un solo punto ¿Cómo, porqué durante seis meses no había experimentado el menor deseo de beber?. Seguramente ante todo, gracias a la iluminación religiosa. Pero ¿Cómo había podido resistir día tras día?, de repente vio la respuesta, la abstinencia le había sido tan fácil y llevadera, porque cada día trabajaba con otros alcohólicos en el hospital Towns y en la Misión del Calvario del Grupo Oxford. Tratando de ayudarles, trabajaba por su propia salvación. Si, era ésto y únicamente esto; y, pensó “necesitas de otro alcohólico para hablar con él, lo necesitas tanto como él te necesita”. Ese pensamiento lo condujo al directorio de iglesias al otro extremo del vestíbulo del hotel y escogió, al azar, al reverendo Walter Tunks, le pidió ayuda para que lo pusiera en contacto con un borracho. Tunks no vaciló y le dio el nombre de diez personas que podrían ayudarlo. Bill W. comenzó inmediatamente a llamarles, pero como era sábado por la tarde, la gente no estaba en sus casas y otros se disculpaban, no tenían tiempo, la lista terminaba a prisa, muy pronto sólo le quedaba un numero telefónico, el último, el de la Sra. Henrietta Sieberling; Bill W. vaciló, creyó que Henrietta era la esposa de Frank Sieberling, el hombre de negocios fundador y presidente de la GoodYear, que había conocido en sus tiempos de gloria en Wall Street; y se marchó de la cabina. Volvió a encontrarse en el vestíbulo y reanudando sus pasos de un lado a otro. Avanzada la tarde, en el bar las voces eran más sonoras, mas alegres, Bill W. apretó los dientes, regresó al teléfono, marcó el último número de la lista. Oyó una voz joven con entonación agradablemente sureña. A causa de la amabilidad y la sencillez de su voz, Bill W. habló sin ningún reparo “soy del Grupo Oxford y soy un alcohólico de Nueva York y trato de ayudar a otro alcohólico a fin de seguir permaneciendo sobrio ¿puede usted indicarme alguien que tenga necesidad de ayuda?”. Ella pensó “esto es maná del cielo” y le respondió “yo no soy alcohólica, pero sin embargo en este aspecto he pasado momentos difíciles”, y “creo que le comprendo, conozco a un hombre que lo necesitaría, venga enseguida a mi casa”. Uniendo la acción a la palabra, llamó a Anne Smith y concertó una cita para cenar con Bill W. y el Dr. Bob al día siguiente. Henrietta Sieberling era no solo encantadora e inteligente, sino parecía escogida especialmente por el destino para ayudar a Bill W.; ella también había trabajado en los Grupos Oxford. Bill W. manifestó que ella iba a desempeñar un papel vital en la serie de acontecimientos fantásticos que pronto contribuirán al nacimiento y desarrollo de nuestra comunidad. “De todos los diez nombres que el servicial párroco me había dado, ella era la única que se había interesado lo suficiente. Quiero expresar aquí nuestra gratitud imperecedera”. Bill W. y el Dr. Bob, congeniaron desde su primera plática en la casa de Henrietta. Cuando los dos hombres intercambiaron los relatos de su vida, se encontraron repentinamente unidos por un sentimiento de comprensión orgánica y de confianza mutua como nunca lo habían experimentado. Eran enfermos afectados por el mismo mal… compañeros de la misma angustia… cómplices de la misma desdicha. Bill W. dijo: “este era mi socio, el hombre con el que nunca tuve una palabra dura”. Los lazos de unión entre el Dr. Bob y Bill W. se fortalecieron a través de los años. Empezando con su asociación para llegar hasta un profundo afecto. Ahora es nuestra responsabilidad de fomentar y conservar la unidad para fortalecer nuestra sobriedad, tenderle la mano al recién llegado y compartir nuestra experiencia y esperanza de una nueva vida sin alcohol. Devolviendo de esta manera lo que hemos recibido gratuitamente. El grupo brinda una fuerza misteriosa llamada amor que nos aleja de esa primera copa y nos permite seguir en la ruta espiritual que A.A. nos ofrece.
β ρ π Comité Organizador Trujillo, noviembre del 2012 Compañero(a) A.A.
Ven a compartir nuestra experiencia y esperanza para fortalecer nuestra amistad y conservar la unidad, y con un sentimiento espiritual, gozar juntos la alegría de vivir en sobriedad, en esta V Convención. Correo electrónico: convencionaa2013@hotmail.com
osgaalima@hotmail.com
Acertado Víctor , exactamente diez llamadas, y no como erroneamente "doce" he escuchado. Me gusta mucho esa parte de la literatura, y preparados para pasar el mensaje correctamente.
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